El hombre pudo salvarse, porque le ocurrió darle un fuerte empujón en el ojo, por lo que el reptil aflojó la apretadura de sus fauces, informó hoy The Sydney Morning Herald.
El incidente ocurrió de noche durante las vacaciones de la Pascua. Dos amigos aficionados a la pesca decidieron pasarlas en el río Adelaída, cerca de la ciudad de Darwin. Cuando se produjo el ataque, otro pescador dormía acostado en otro extremo de la lancha. Al herido lo llevaron al hospital donde le operaron el brazo.
La prensa australiana publicó noticias sobre otros dos ataques de cocodrilos a seres humanos en ese mismo río. También escribió que cazadores furtivos a menudo matan bárbaramente a esos reptiles, cortándoles la cabeza para hacer souvenirs.
Los cocodrilos marinos son los más grandes entre sus congéneres. Pueden alcanzar hasta seis metros de largo. Esos cocodrilos son una notabilidad de la costa norte de Australia. Tienen una característica muy especial: son capaces de saltar del agua a una altura considerable. En el río Adelaída se organizan travesías turísticas, durante las cuales los guías bajan carne cruda en una soga, excitando a cocodrilos que empiezan a hacer saltos vertiginosos.
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