La Audiencia Provincial de A Coruña ha dado la razón a Manuel Grandal, el albañil de Narón que recibía multas de tráfico de toda España por infracciones que él nunca cometió.
En un auto, el tribunal provincial estima el recurso que presentó contra la decisión de un juzgado de Instrucción de Ferrol que había decidido sobreseer y archivar las diligencias penales.
En un auto, el tribunal provincial estima el recurso que presentó contra la decisión de un juzgado de Instrucción de Ferrol que había decidido sobreseer y archivar las diligencias penales.
Contrariamente a lo que consideró el juez local, la Audiencia estima que pueden ser varios los delitos cometidos en este asunto y por ello ordena que se continúen con las diligencias que había solicitado el letrado del afectado, Ignacio Cardona.
Entre otras, que se tome declaración a varios empleados de la casa de compraventa de coches y alquiler en la que, se sospecha, está la clave del caso. Porque se cree que se estuvieron enviando a la Dirección General de Tráfico los datos personales de Grandal como la persona que conducía vehículos alquilados por esta empresa y que cometieron infracciones. Por ello, el auto dice también que se ordene a la empresa que entregue el libro de registro en el que deben constar las personas que alquilaron coches, que se pida a la misma compañía que identifique a los empleados encargados de estas gestiones y que Tráfico remita al juzgado los expedientes de las sanciones que llegaron a Grandal. Este albañil, debido a las multas por infracciones que no cometió, había perdido todos los puntos de su carné y no podía manejar su automóvil, indispensable en su trabajo.
FUENTE: LA VOZ DE GALICIA
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