con la excusa de que si me podía aguantar las copas ya que me tenía que quitar la chaqueta. Aceptó. Entonces le pregunté el nombre. Me dijo que lo tenía que adivinar. A lo que respondí: vale, dime la adivinanza para que lo adivine. Ella quedó pensativa unos segundos y dijo: "Soy azul añil al alba, y negro a la noche y María no me llamo". Yo dudaba entre Alba, María y Mar. Como seguía en duda le dije que mis neuronas lo estaban procesando, que si me daba unos minutos lo adivinaría. Decidí cambiar el tema de conversación, pues mis neuronas no daban ya para muchos pensamientos, y le pregunté a que se dedicaba, pregunta típica donde las halla. Me dijo: ya te lo he dicho en la adivinanza. Me sentí aún más aturdido, y dejé la conversación y preferí mejor darme al baile, aunque sea en ello un patoso. Al poco intenté dalrle un beso, pero me rechazó con la excusa de que no le gustaban los hombres. "Lesbiana", me dije y me fui para casa. Después de la resaca, pensé de nuevo en la adivi nanza, y esta vez si creo que la entendí: , su nombre era Mariano y su profesión albañil. Es lo que tiene meterse en los pub de Drac Queen sin tener ni pajolera idea de los ambientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario